RESPUESTAS
AL AMBIENTE
Para que los seres vivos puedan sobrevivir en su propio medio, deben
tener la capacidad de responder a los distintos cambios que en este se
producen.
La supervivencia de cada uno de ellos va a depender de la capacidad de
adaptación que tengan a estas modificaciones.
Una característica muy importante de los seres vivos es la
irritabilidad. Precisamente, esta es su capacidad de responder a los
distintos cambios del medio y le permite la adaptación a éste.
Estímulo y respuesta
A los distintos cambios que se producen en el medio ambiente -ya sea
en el interno o el externo- se le denomina estímulo.
Son ejemplos de estímulos: el agua, la tierra, la luz, las sustancias
químicas, etcétera. Frente a cada uno, los seres vivos van a tener una
respuesta determinada.
La capacidad de adaptación de los seres vivos se manifiesta de
distintas formas, según se trate de animales o vegetales, y además de acuerdo
a la complejidad del organismo.
Así, tenemos que, para responder a los estímulos:
Los vegetales presentan tres tipos de respuesta. Estos son los
tropismos , nastias y movimientos de turgescencia .
Los animales utilizan los tactismos, reflejos e instintos.
ropismos
Según el tipo de estímulo, se pueden diferenciar distintos tipos de
tropismos.
Fototropismo: corresponde a una respuesta del vegetal
frente al estímulo luminoso. Implica un crecimiento de la planta, orientado
por este estímulo. Cada parte de ella responde de distinta forma a este
estímulo.
En el caso del tallo, se observa un fototropismo positivo, porque este crece hacia la fuente luminosa. La raíz , en cambio, no necesita de la luz, por lo tanto presenta un fototropismo negativo. En las hojas , se aprecia una reacción muy interesante. Estas adoptan diferentes posiciones, que le permiten captar mejor la luz del Sol. Además, los granos de clorofila que poseen también se desplazan en dirección a los rayos solares, y esto permite hacer más eficiente el proceso de fotosíntesis .
Geotropismo: es un tipo de respuesta que corresponde a
un movimiento orientado por la fuerza de gravedad .
En una planta, el tallo y la raíz son afectados por este estímulo. El tallo crece en sentido opuesto a la fuerza de gravedad, por lo tanto presenta un geotropismo negativo. Por el contrario, la raíz crece penetrando la tierra, en lo que constituye un geotropismo positivo. Este tipo de respuesta asegura la función que tiene la raíz -que es absorber el agua y las sales minerales-, y además permite fijar y dar firmeza a la planta.
Hidrotropismo: corresponde a un movimiento del vegetal
hacia zonas húmedas, donde se encuentra el agua. Frente a este estímulo la
raíz manifiesta una clara respuesta positiva, por lo cual se habla de un
hidrotropismo positivo.
Quimiotropismo: en este caso, el movimiento de orientación
del vegetal, es provocado por la presencia de sustancias químicas , como
sales disueltas, anhídrido carbónico, oxígeno, etcétera. Este comportamiento
permite que el vegetal tenga un encuentro más directo con dichas sustancias.
De lo anterior se deduce que los vegetales presentan un quimiotropismo
positivo para ellas.
Tigmotropismo: en este tipo de respuesta, el estímulo es
el contacto físico. Los vegetales pueden tener respuestas positivas o
negativas frente a él. El tigmotropismo permite a la raíz evitar los
obstáculos como rocas o piedras, las cuales podrían entorpecer su
función.
Las enredaderas y los zarcillos de la vid (parra) responden positivamente. Esto indica que gracias al contacto con alguna superficie, crecen en dirección a la luz. |
MOTORES MOLECULARES Los motores convierten energía en movimiento. Los motores moleculares hacen exactamente lo mismo, pero a una escala microscópica. Por desgracia esto no es una idea original de los químicos, existen en la naturaleza desde hace millones de años. La respiración celular sería imposible de llevar a cabo sin un motor molecular llamado ATP-sintasa. Muchas bacterias (y los espermatozoides) serían incapaces de moverse por ahí si no fuera por los motores moleculares. Imitando a la naturaleza, muchos investigadores han desarrollado moléculas capaces de responder a estímulos externos y producir movimiento. Los primeros en conseguir algo así fueron Ross Kelly y Ben Feringa en 1999. El primero preparó un motor que respondía a una serie de reacciones químicas y era capaz de girar hasta 120 grados. Feringa preparó un motor que, al recibir luz ultravioleta, podía llegar a dar un giro completo de 360 grados. Por este descubrimiento, Ben Feringa recibió en ...
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